martes, 18 de mayo de 2010

TOKAJI ASZÚ 3 PUTTONYOS



- PRODUCTOR: Oremus
- VARIEDAD: Furmint, Hárslevelü, Muscat de Lunel
- COSECHA: 2000
- PRECIO: 21 €
- PUNTUACIÓN: 9,5

Por fin me decidí a comprar este vino húngaro tan apreciado. Era tanto lo que había oído hablar sobre el Tokaji, sobre su peculiar elaboración, sobre la famosa botritis...que tenía la necesidad de probar este vino catalogado como "Vino de reyes, rey de los vinos" en la antigüedad.

Como todo en esta vida, cuando ansias coseguir algo, todo es mucho más ilusionante y, cuando se acerca el momento de obtener tu recompensa valoras todo el tiempo y el esfuerzo que has empleado en coseguir tu objetivo. No puedo decir que me haya costado dios y horrores comprar esta botella de vino, pero si es cierto que llevaba tiempo vacilando sobre si comprarla o no, ya que su precio teniendo en cuenta la cantidad, no es barato precisamente.

Cuando me decido a abrir la botella (horas después de comprar la botella), me llama la atención que el cuello de la botella es mucho más estrecho que lo que estoy acostumbrado. Dudo sobre si podré o no usar mi sacacorchos para descorcharla..finalmente veo que si que es posible.

Otra cosa que me llama la atención es el corcho (el cual sin duda guardaré), ya que parece estar muy bien construido, como si estuviera construido de una sola pieza. No tiene esos agujeros que son rellenados con virutas de corcho como solemos ver en botellas baratas de vino.

Este vino es de un color amarillo casi oro. Es un color precioso que me recuerda al aceite de oliva. Se nota su intensidad a simple vista. Algo grande hay en la copa.

En nariz es sencillamente genial, aunque he de decir que su aroma no me agrada mucho por algo que pasaré a explicar después. Es tal la cantidad de información la primera vez que lo huelo que tengo que detenerme a pensar y volver a oler. En mi primera impresión percibía un aroma que ya había olido antes pero no acertaba qué podía ser..pero unos segundo después me vino a la mente una bolsa de orejones de melocotón que me comí una tarde yo solo en mi trabajo (la cual me sentó bastante mal..como es obvio...y..ese es el motivo por el cual este vino no me gustaba aromáticamente). Destacan también notas de miel y sensaciones de paja mojada o humedad.

En boca es casi aceite, su sensación táctil es muy suave y sedosa. Es dulce pero no empalaga. Su acidez está perfectamente conjuntada (como ya me habían avisado) y hace que el conjunto en boca sea sencillamente perfecto. Predomina en boca el sabor a orejones de melocotón y a miel... y me llamó la atención es un regusto a algo parecido a los champiñones.

Su postgusto es para mi lo mejor del vino. Un trago signfica minutos de potencial aromático en boca. Me cansé de contar caudalías ya que el postgusto no cesaba. Genial.

Pese a todo he de decir que con una sola copa me bastó para saciarme y no me apetecía tomar una segunda. En conjunto es algo muy bueno que creo que hay que probar al menos una vez, pero como ya he comentado el aroma me evocaba sensaciones malas (empacho por orejones de melocotón).

Me ha encantado la experiencia, ya que ha sido el primer vino que he degustado con ilusión y sobre todo con muchas ganas. Me encanta todo lo que rodea a ese vino, su elaboración, su crianza en esas bodegas situadas en las montañas de Hungría, su historia...

Reedito: El vino ha pasado 4 días en la nevera. Me ha pasado ya con muchos vinos....y con este de una manera muy notable.. El vino ha evolucionado y se ha suavizado muchísimo tanto aromáticamente, como en boca. Ahora en nariz ha perdido esos toques de humedad y en boca se ha suavizado mucho su sabor sin ser perder ni un ápice de potencia. Ha rozado el 10 en mi puntación personal, pero le pondré un 9,5.

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