- PRODUCTOR: Bernard Moreau
- VARIEDADES: Pinot Noir
- D.O: Borgoña
- GRADUACIÓN: 12,5
- PRECIO: 15€
- NOTA: 8
Las altas temperaturas que hay en mi bodega (en el trastero de mi casa...), me apresuro a abrir mi Borgoña antes de encontrarme un cadáver.
Se de antemano que me voy a encontrar un vino con poca coloración, alta intensidad aromática y con una boca poco potente, muy poco tánica...y así fue.
Su color es más propio de un vino rosado que de un vino tinto. Su capa es baja. Podría leer a través del vino. Si algo me impresiona de los Pinot Noir es que, acostumbrado a vinos con una capa alta y densos, nos encontramos con estos Pinots, los parecen vinos mezclados con agua y que, por lo tanto no tendrán mucha "chica"..pero no es así.
En un primer golpe de nariz, encuentro un aroma de reducción que no me agrada. Nunca antes había encontrado un aroma parecido en un vino y de hecho soy incapaz de describirlo con palabras. Es quizás un aroma químico complejo.
Dejando respirar el vino encontramos una alta intensidad aromática en las cerezas y sus aromas terciarios, chocolate amargo. Su intensidad aromática es tal, que me recuerda a la sensación de oler directamente un bote de colonia de baño..quizás no tan intenso.
En boca es, para mi gusto, su punto débil... No es un vino potente con mucho taninos, pero es un vino sedoso y muy fácil de beber...de hecho, creo que es muy cierto lo que se suele decir que los Pinot Noir son muy propios para personas que se inician en el mundo del vino.
No llega al final de la lengua, su postgusto no es muy largo pero es correcto.
Encuentro que tiene cierto "verdor" lo cual demuestra que me anticipé al descorche haciendo caso omiso a las recomendaciones de la bodega.
Un vino que nada tiene que ver con Riberas y Riojas. Un vino para sentarse y pensar en él. No es un primer Cru pero merece la pena probarlo.
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